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Septiembre 21 de 2020

Nos mantenemos al lado de las víctimas. reiteramos nuestro compromiso con la política de la vida, la justicia social y ambiental, por una Colombia que respete la diversidad, el pluralismo, la democracia, la riqueza social y ambiental con equiparación de oportunidades, pero por encima de todo, la vida en todas sus manifestaciones. Sabemos que la muerte sigue asechando en los espacios públicos, ronda las puertas de nuestras casas, revictimiza profundizando la injusticia, ha sido cómplice del despojo, el hambre, la pobreza, la desigualdad, la bala que destroza la confianza y la vida, el yugo que somete las libertades de los pueblos, la peste que se atraganta con el dinero público y desprecia al constituyente primario: el ciudadano como usted y como nosotros. Los estamos invitando a seguir construyendo con la esperanza que mantiene vivos a los pueblos y la que tanto quieren masacrar, porque la política de la muerte quiere mantenernos divididos, con desconfianza entre nosotros, inseguras nuestras calles, intimidadas nuestras casas, sometidos nuestros cuerpos, normalizados y parecidos para sostener su único enemigo: la democratización de la política de la vida, nuestra causa, nuestro camino, lo que comprendemos como ciudadanía digna y en paz. Vivir bien es vivir con los derechos garantizados. Solicitamos una veeduría internacional que le haga seguimiento a los derechos humanos en Colombia. No es viable un país que esconde la cabeza cuando las calles las están llenando de sangre inocente. Solicitamos recuperar la confianza y fortalecer el tejido social. Invitamos a mantener la ciudadanía activa, protectora de los derechos de cada uno de nuestros hermanos. Nos mantenemos en la exigencia garantista de la vida digna, el respeto por la autonomía y las acciones de participación como sentido de democracia. Solicitamos siga la implementación del proceso de paz, con justicia social y acceso a la verdad, tan requerida por nuestro país. Repudiamos el asesinato y su justificación mediatista. La burla histórica de las víctimas y el desprecio que mantienen por la vida. Denunciamos las prácticas antidemocráticas de la concentración del poder en cualquiera de sus formas: concentración de fuerzas políticas, por las armas, por el dinero, perpetuando el miedo, profundizando las desigualdades y las brechas sociales, por el sometimiento, por el empobrecimiento de los pueblos, por la ruptura del tejido social que es el caldo de cultivo para el abuso del poder. Señalamos la perpetuación de la injusticia por el desgobierno y omisión institucional, la cual genera masacres, violencias y riesgos ambientales que con mínimos de voluntad política pueden reducir su perversa actuación. Condenamos el extractivismo con fines de concentración de la riqueza y desprecio por la vida, que genera desplazamiento, acciones armadas ilegales, hambre y miseria para nuestros pueblos. Los invitamos a respetar las diferencias, a mantener acciones que contribuyan a restituir la democracia, a la CUIDADANÍA activa (cuidar de nosotros mismos, de los demás y del territorio) a cuidar las libertades, a seguir tejiendo sociedad y al respeto por la vida.

Coordinación Nacional Mosodic Comisión Nacional de Paz Movimiento Social de Discapacidad Colombia -Mosodic-

MOSODIC COLOMBIA

Bogotá agosto 15 de 2020

Nosotros, el Movimiento Social De Discapacidad Colombia, expresamos nuestra solidaridad con el Senador Iván Cepeda Castro, su familia y su unidad técnica legislativa.

Por estas razones desde el Movimiento Social Discapacidad Colombia -Mosodic-, Miembro del Consejo Nacional de Paz, reconciliación y Convivencia,  repudiamos las amenazas de muerte hacia el Senador Cepeda debido a su trabajo y lucha por conseguir pruebas y llevarlas ante la justicia de Colombia, particularmente por hechos que involucran la corrupción en la cúspide del poder político de la nación. Nos preocupa bastante este tipo de amenazas, teniendo en cuenta el nivel de desprecio hacia la dimensión humana contra las personas que hacen oposición al poder en mando, por parte de algunos que dirigen el rumbo del país.

Hacemos un llamado a rodear al senador Cepeda a todas las fuerzas sociales en favor de la paz, a los grupos políticos que propenden por el valor social, humano y respeto por los Derechos Humanos, a nuestros países hermanos de América Latina, con el fin de asegurar su integridad física.

Nuestra lucha es la protección de la vida y la dignidad de todos, mas ahora que nuestro país esta sumido en una crisis de respeto, sin precedentes, contra quienes piensan diferente, donde la vida es fortuita y la muerte está casi asegurada por ciertos círculos que ostentan posiciones privilegiadas, en los ámbitos políticos y económicos.

¡Reconocimiento y respeto por la vida e integridad!   

¡Garantías y condiciones para los constructores de paz y defensores de Derechos Humanos!

Comisión Nacional de Paz de MOSODIC

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Desde el Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia, expresamos nuestra preocupación por la violencia y estigmatización contra líderes sociales, situación que afecta la democracia, la reconciliación y el avance constructivo de la paz. Recibimos el llamado internacional del Consejo de Seguridad de la ONU en la resolución 2532 que exige un cese de hostilidades global, general e inmediato. La resolución apoya los esfuerzos del secretario general Antonio Guterres, quien afirmo: “Estoy llamando a un cese al fuego global inmediato, es hora de cerrar el conflicto armado y centrarnos en la verdadera lucha de nuestras vidas… A las partes en guerra les digo cese al fuego”. Igualmente recibimos el llamado de su Santidad el Papa Francisco, quien inspiró la resolución y nos insta en este sentido: “La paz es un camino de esperanza, un camino sobre el cual se avanza con el dialogo y la reconciliación. La paz como objeto de nuestra esperanza es un bien precioso al que aspira toda la humanidad. Esperar en la paz es una actitud humana”. Su Santidad el Papa Francisco, nos invita a que esta decisión del Consejo de Seguridad de la ONU sea implementada pronta y efectivamente para el bien de los que más están sufriendo y que se convierta en un valiente primer paso hacia un futuro en paz. Como Consejo Nacional de Paz, escuchamos el llamado desesperado de las mujeres, comunidades y territorios que en medio de la pandemia, continúan viviendo las consecuencias del conflicto armado, y en tal sentido instamos a que se escuchen estas voces legítimas que continúan demandando garantías para vivir en paz. Según el informe de INDEPAZ, desde el 2 de enero hasta el 11 de julio del presente año, han sido asesinadas un total de 209 personas, por sus luchas a favor de la defensa del medio ambiente, la restitución de tierras, la implementación de los acuerdos de paz, por la guerra de grupos ilegales por el control del territorio, el negocio del narcotrafico, y la minería ilegal e inconstitucional entre otros. Rechazamos todos los asesinatos e instamos a que se investiguen y sancionen los responsables, hacemos un llamado para que con la mayor prontitud actúen la Fiscalía y la Unidad Especial de Investigación para el Desmantelamiento de Organizaciones Criminales; y esperamos que la presencia del Estado sea integral para tener garantías de una paz estable y duradera, sobre todo cuando aparecen fuerzas opuestas al sueño de construcción de una sociedad del posconflicto. Se debe salvaguardar la vida de las comunidades, los líderes y lideresas sociales, y la vida de los excombatientes. Es de suma importancia Implementar las recomendaciones que la CIDH hace al gobierno nacional, sobre los riesgos que presenta el asesinato de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos entre otros. Como Consejo Nacional de Paz, saludamos las expresiones ciudadanas, las marchas y la movilización social. Indígenas, afrodescendientes, campesinos y excombatientes se han puesto en marcha, haciendo acopio de la fuerza con la que estos líderes sociales y las comunidades cuentan para hacerle frente a los desafíos de la vida. En un ambiente adverso, no solo por la pandemia que nos lleva a todos a protegernos sin distingos de ninguna clase y a asumir el cuidado mutuo de manera solidaria, invitamos a estas fuerzas que siguen sufriendo los embates de quienes se proponen destruir los intentos de paz. El ELN le ha propuesto al país, un cese al fuego bilateral en virtud de la emergencia suscitada por la pandemia del Covid-19 y por el restablecimiento de los diálogos de paz. Reiteramos nuestro llamado a las partes para que se den las condiciones y se avance en la construcción de caminos de paz, y hacemos un llamado a todos los grupos armados, para que cesen sus acciones violentas y respeten la vida de todos y todas las colombianas, en respuesta a la grave crisis que viven las comunidades. Esperamos que, con esto, se den las condiciones para que se avance en la construcción de caminos de paz, sobre las dinámicas humanitarias urgentes, para el desescalamiento del conflicto. Así, entonces, el Consejo, como órgano asesor y consultor del gobierno nacional en materia de Paz, hace las siguientes recomendaciones:

Bogotá, Julio 17 de 2020

1. Tomar las medidas para garantizar la vida, la libertad, el derecho a la movilización social y la permanencia en los territorios y al ejercicio de la organización social.

2. Hacemos un llamado a las partes para abrir el camino que pueda recoger la agenda de diálogo y negociación y al cese de la violencia armada en el espíritu de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia